jueves, 25 de junio de 2015

Me quedare solo con los maravillosos recuerdos

Días de muchas confusiones, donde el dolor se apodera de cada una de mis células, donde los lindos recuerdos de tiempos mejores duelen como una daga en el pecho. Pienso cada día en lo diferente que era mi vida hace un año, desde el primer minuto se llenó de una alegría y sueños maravillosos de un futuro con las dos personas más importantes que tendría en mi vida, mi pequeño puntito y su papá, hace un año creía que no entraba más amor y felicidad en mi corazón y daba gracias a dios por esta vida perfecta que formaríamos juntos, llena de amor e ilusiones y cumpliendo nuestros sueños de estar juntos. Hoy nada resulto como debía los sueños se transformaron en duelos que queman mi corazón y mi alma y es que sin pensarlo estoy viviendo los duelos que ha nadie le gustaría vivir la muerte de un hijo y la muerte de un amor maravilloso que me había devuelto las ilusiones de amar. Pero no pretendo hablar de lo malo que viví y aunque hay que pasar por esos momentos tratare de enfocarme en la parte linda de esta historia: Te di lo mejor de mi, te quise como se quieren pocas cosas. Te ame más allá de lo imposible pero nunca estuviste para mi, sin embargo supiste como atarme a ti. Un gesto una palabra que me llenaba de ilusión, tal vez aunque no me quisieras, necesitabas que yo te quisiera. Pero no me arrepiento, muchas gracias. Me diste las noches de insomnio más bonitas de mi vida. Cuando todo empezó tenía miedo a repetir historias pasadas, pero tu con tus detalles lograste derrumbar todos esos miedos, esos abrazos que aún hoy al recordarlos me hacen estremecer por la energía que según yo me transmitías y ese gesto tan simple para muchos me hicieron poco a poco caer rendida a tus pies. No fue fácil, la distancia las ocupaciones de cada uno siempre se encargaron de poner trabas para nuestros tan esperados encuentros pero cuando lográbamos concretarlos aprovechábamos hasta el último instante juntos, gracia a esos instantes puedo decir con total firmeza tengo los mejores recuerdos del mundo, y aunque se que solo quedarán como recuerdo para mi serán siempre parte de mi tesoro personal, y tu siempre a pesar de todo y de todos serás el hombre más importante de mi vida porque fuiste tu el responsable de que conozca a mi gran amor, nuestra pequeña hijita. Hoy pensando en todo esto llegue a la conclusión que no me arrepiento de nada de lo vivido contigo y como podría arrepentirme de haber sido feliz a tu lado, de haber vivido una historia maravillosa, pero tampoco puedo cerrar los ojos y no ver los errores, pero sinceramente aunque muchas personas han tratado de sembrar rencores y odiocidades en mi corazón para su propio beneficio no lo conseguirán, no podrán destruir mis recuerdos con comentarios mal intencionados y chismes de medio pelo, estoy segura que contigo hacen lo mismo que hicieron conmigo, tratar de destruir la hermosa imagen que teníamos el uno del otro y que se mantenía a pesar de todos los golpes. Probablemente siempre te amare, probablemente nunca te olvide y pase el resto de mi vida buscando a alguien que me acá sentir como tu lo hiciste, o quizás no quizás aparezca alguien que despierte algún sentimiento en mi, no lo se no tengo certezas, ahora lo único que se es que tu ausencia y la de la Amandita cada día duelen más. En este momento solo quiero que recuerdes quien te quiso cuando ni tu mismo te querías, quien te levanto y te alentó a seguí cuando te sentiste solo y perdido. Quien a pesar de los errores te dio una palabra de aliento te abrazo y te dijo que todo estaría bien y que juntos podríamos superar cualquier dificultad, se que si alguna vez lees esto ya sea mañana o en años más sabrás de que momentos hablo. Solo me queda agradecer cada uno de los instantes juntos, que estarán guardados en mi corazón, gracias por darme la oportunidad de conocer una forma distinta de amar, como te dije una vez te quiero libre o conmigo, da lo mismo solo quiero que seas feliz sin mentiras ni manipulaciones ya que de eso trata el amor, amar no significa amarrar a la persona amada al lado con nada ni con nadie y aunque fui motivos de burlas cuando te lo dije te ofrecí mis brazos para estar juntos o te doy alas para volar, y aunque decidiste tomar mis alas y no se si por comodidad o por que lo respeté y lo asumi siempre, gracias por permitirme ser madre y aunque me costo asumirlo será sin duda lo más hermoso que he hecho en la vida, gracias por cada gesto y detalle de amor que siempre tuviste conmigo por esas noches en vela hablando tonteras por tus bromas pesadas por tus enojos, gracias por tus risas y llantos, gracias por las verdades y también gracias por las mentiras, gracias por esos días en los que sentía que no entraba más amor en mi corazón y finalmente gracias por esta soledad y vacío que dejaste al irte créeme que esto me hace valorar cada momento que pasamos juntos. No tuvimos un final feliz, y es que confió que las historias reales no tienen final, algún día cuando las heridas no estén tan latentes y cuando decidas abrir los ojos y puedas darte cuenta de la verdad de las cosas, y no creer firmemente en nadie ni en nada tengo la convicción que podemos retomar una amistad sana y civilizada en nombre y honor a ese pequeño amor que siempre nos unirá por lo que dure nuestras vidas.

domingo, 14 de junio de 2015

Una sociedad no educada con un duelo parental

La sociedad y el duelo Parental.
Es increíble como la sociedad reacciona ante el duelo parental. La muerte de un hijo o una hija es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que puede sufrir un ser humano. Los padres se sienten responsables de la protección de sus hijos y, su pérdida, suele ser vivida como un fracaso y con una gran culpabilidad. No solo los padres se ven enfrentados a sentimientos de pena, culpa, desolación y rabia. También se encuentran sumidos en un hoyo profundo, en donde nada parece tener sentido, en dónde la pregunta ¿Por qué a mi? se repite una y mil veces sin cesar. Uno repite en su cabeza una y mil veces los acontecimientos, tratando de pensar que pudo haber hecho diferente. Los "hubiera" o los "y si.." son demasiado comunes. 
Si lo vemos desde el punto de vista biológico, un hijo es el producto de la unión de un óvulo de la madre y un espermatozoide del padre. Por lo tanto, ese hijo es parte de uno, una proyección que va mas allá, un pedazo de nosotros que compartimos con el mundo. Y es por eso que cuando un hijo muere, una parte de nosotros muere también. Pero por alguna extraña razón, a la sociedad le cuesta mucho entender el duelo parental. La muerte de un hijo o hija es un evento que marca a la madre y al padre de por vida. Con los años quizás, será posible aprender a vivir con el dolor, pero el dolor nunca nos abandonará. Siempre habrán situaciones, eventos, pequeños detalles que en el momento menos pensado nos harán recordar a ese hijo que partió, y nuestro corazón sentirá que se arruga nuevamente con muchas emociones. Conforme pase el tiempo, la gente dejará de hablar de nuestro hijo o hija, dejará de recordarlo, perderá importancia... Para nosotros, ese hijo siempre vivirá, y buscaremos por todos los medios posibles tratar de mantener ese recuerdo vivo. Hablaremos de el o de ella, recordaremos su cumpleaños, la fecha en que partió. Ese hijo siempre permanecerá, siempre será parte de nosotros y de nuestra vida. Pero nadie que no haya caminado con nuestros zapatos podrá entender que la vida de un padre o una madre que ha perdido lo mas preciado que un ser humano tiene en la vida, desde el minuto en que ese hijo se va, se convierte en una montaña rusa de emociones. Podemos estar en lo mas alto, y derrepente bajar a lo mas bajo. Y es que lamentablemente la gente tampoco ayuda de mucho. Hay tanta insensibilidad, tanto desconocimiento, ¡tanto miedo a hablar de la muerte! Y muchas veces las personas con la mejor de las intenciones dirán cosas que no ayudan, que hieren, que nos descomponen, nos enfurecen, o nos deprimen aún mas. Si usted conoce a alguien que ha perdido un hijo, de todo corazón le aconsejo, evite decir las siguientes cosas:

  1. "Deja de llorar que no lo dejas descansar"... Por ahí anda dando vueltas una cadena del niñito que murió y el papá pide visitarlo en el cielo, y su hijo es el único con la velita apagada "porque sus lágrimas apagan la vela"... ¡Patrañas! Era mi hija, yo la amaba, YO LA AMO. Mis lágrimas brotan del mas puro de los sentimientos que es el amor. Porque yo no quería que mi hija muriera, porque la extraño, porque la necesito acá. Yo lloro porque la amo. ¿Y desde cuándo amar a alguien es algo malo? Además nuestros hijos comprenden que esas lágrimas no son de egoísmo, y en el lugar donde ellos están, llámenle cielo algunos, dimensión perfecta otros, ellos son lo suficientemente felices para descansar tranquilos y entender el motivo de nuestras lágrimas.
  2. "Pero por lo menos lo alcanzaste a disfrutar" (en el caso de los hijos mas grandes) ó "Menos mal que pasó cuando era chiquitita así no te encariñaste tanto con ella" (en el caso de los hijos que mueren siendo bebés)... ¿Cómo se le puede ocurrir decir semejante barbaridad? ¡Un hijo es un hijo! No importa la edad que tenía cuando se fue, en la forma en la cual partió, si fue por enfermedad, por accidente o por cualquier motivo, nadie está preparado para ver partir a su hijo. NUNCA
  3. "Todavía son jóvenes, ya tendrán mas hijos"... Primero, yo estoy consciente de mi edad, no necesito que me diga si soy joven o viejo. Segundo, ¿cómo sabe usted que puedo tener mas hijos? ¿está seguro de que no tengo algún problema de fertilidad, que no me esterilicé, o que aún siendo sano, podré tener mas hijos? y en el caso de que si pudiera tenerlos... no se me rompió una figura de la mesita de centro, y voy a la importadora a comprar otra. Un hijo nunca reemplaza a otro. Nunca.
  4. "Dios es grande y te ama, por eso te dio un angelito"... ¿Diría lo mismo si fuera su hijo? ¿Se sentiría feliz porque en vez de un hijo en la tierra, tiene un angelito?
  5. "Que bueno que salgas, te veo con mejor cara, se nota que lo estás superando"... Si ahora salgo, si tengo mejor cara, no, no lo estoy superando. Estoy aprendiendo a vivir con su ausencia que es distinto, pero eso no significa que ya no lo recuerde, que mi vida volvío a la normalidad, y que ahora soy la misma persona feliz que fui antes. 
  6. "Pero no hables tanto de el o ella, no te quedes pegado"... Lo siento, es mi hija. Tengo todo el derecho del mundo a hablar de ella. A recordarla, a contar anécdotas, a decir mil veces porque le elegí ese nombre. No me quedo pegada, tú hablas de los logros de tus hijos con orgullo y te respetan, yo hablo de la hija maravillosa que tengo (no que tuve) porque la amo y merezco respeto también.
  7. "La vida sigue, asi que tienes que superarlo"... Si, la vida sigue, pero hay cosas que cuesta superar. No me apures, no me presiones, respeta mis tiempos.
  8. "Es triste lo que te pasó, pero el pasado ya no se puede cambiar"... Si, no soy tonta. Se que el pasado no se puede cambiar. Pero créeme que si pudiera, lo haría. Y de paso aprovecharía de cambiar lo que me acabas de decir.
  9. "No vayas tanto al cementerio, si el no está ahí"... Estoy consciente de que mi hija no está ahí. Que ahí solo descansa su cuerpo, y que su alma aún persiste, y es la que me acompaña todos los días. Pero si tu ves algo en el mall que piensas que a tu hijo le gustaría, vas y se lo compras. Yo solo puedo conformarme con comprarle flores, o uno que otro remolino, y tratar de mantener su casita terrenal en las mejores condiciones posibles. En las civilizaciones antiguas los ritos mortuorios eras monumentales, y a los muertos se les respetaba y honraba. Y mi hija merece ser respetada y honrada.

Aunque el duelo de cada persona es tan diferente como la persona misma, a través de este proceso, la familia aprende a vivir sin el hijo y el vacío que trae su ausencia.  La mejoría completa de tal tragedia es un mito.  Las familias en duelo gradualmente volverán a su ritmo de vida pero jamás superarán la pérdida por completo.  Sus vidas nunca serán como lo eran antes.  La persona como tal ha cambiado para siempre.  Todas las personas que han sufrido tal pérdida necesitan apoyo a corto y largo plazo.
La conexión con el hijo nunca se quebrará, porque el amor que compartieron siempre existirá. Y si la sociedad fuera un poco mas comprensiva, un poco mas empática, si se permitiera a los padres llorar, vivir el duelo, recordar al hijo que partió, habrían mucho menos duelos crónicos, y mas duelos aceptados, teniendo en cuenta que la aceptación no significa olvido, sino el trascender y empezar a vivir de nuevo, aunque muchas veces esto parece lejano o casi imposible.

Es por eso que lo mejor que puede hacer por alguien que ha perdido un hijo es ser comprensivo, no juzgar, no decir cosas que pueden resultar desafortunadas. Acompañe, hágale saber a esa persona que cuenta con usted, que aún recuerda a su hijo. Y en el último de los casos, muchas veces es mejor un abrazo en silencio, pero salido desde el corazón.


Esta es la mejor representación de como transcurre la vida de un padre o una madre en duelo. El que estemos en una de esas etapas, no significa que jamás avanzaremos, y si hemos avanzado, no significa que a veces no podamos retroceder...Esta es la mejor representación de como transcurre la vida de un padre o una madre en duelo. El que estemos en una de esas etapas, no significa que jamás avanzaremos, y si hemos avanzado, no significa que a veces no podamos retroceder...


Dias especiales después de la muerte de un hijo


DÍAS QUE DEBERÍAN SER DIFERENTES: El dolor es como las olas del mar, aveces las olas son pequeñas y soportables, pero en otros momentos cuando menos Te lo esperas, puede venir una ola enorme y tirarte al suelo, en esos momentos tu puedes elegir ser un rompe olas que le haga frente o una gran playa que las reciba y acoja ser
enamente. Con esto no pretendo enseñar como llevar esos días en lo que mas desearías es no estar en este mundo, lo que quiero expresar es como los siento yo, y como me gustaría que lo tomen mis cercanos. 
 Los aniversarios, cumpleaños, pascuas, Navidades , días del padre o de la madre o fechas que uno considere importantes se anticipan con mucha angustia ante la expectativa de como las vas a vivir sin tu hija o de lo diferente que serían si ella  estuviera acá. Sin duda las primeras fechas importantes no serán fáciles se siente como que de nuevo intensas oleadas de dolor te envuelven y no te dejan reaccionar. No pido que me den un trato especial, no estoy enferma, tampoco tienen que alejarse de mi, solo pido que consideren algunas cosas, lo que me sucedió fue lo peor que pudo pasar. Les pido que no tengan miedo de pronunciar el nombre de mi hija, ya que ella vivió y vivirá en mi mente y corazón por siempre consideren lo feliz que me hace sentir que otras personas también la aman y la recuerdan así como yo lo hago quizás no en todo momento como lo hago yo pero si la tienen presente. Consideren también que en un día paso tal vez por diferentes emociones, puedo vibrar de alegría al recordarla y puedo llorar después por su ausencia tal vez un día puedo estar feliz y otro día será desastroso para mi, les pido que me den espacio para ser libre con mis emociones, aún estoy trabajando en ellas. No me obliguen a estar contenta si me ven retraída, porque quizás estoy pensando en mi hija que es lo más importante para mi, considera que lo que me ha pasado no tiene nombre no lo compares a otra situación que te haya ocurrido a ti perder un hijo no es igual a otra muerte o evento por favor no hagas comparaciones, no son necesarias. por favor no traten de consolarme con explicaciones teológicas ni religiosas, no me digan que dios sabe porque hace las cosas o que el quería otro angelito consideren que es normal el hecho de que yo replantee mi fe y mis creencias, consideren que mi cuerpo también me pasa la cuenta puedo bajar de peso dormir mucho o no poder hacerlo no soy la misma y jamás lo seré.